Un sueño cumplido

La verdad es que no sé cómo empezar a contar mis andanzas por Madrid el año pasado...Antes de comenzar el relato debo dar las gracias a Paco, y a Víctor, que es de bien nacido… ya que han hecho posible que mi sueño se hiciera realidad… vamos!!!...desde los 15 años llevo mirando revistas, empapando las nuevas tendencias, memorizando nombres, e imaginando estar ahí en el meollo de todo...y por fin, “trisisi” años después, lo he conseguido…YIPIII!!

Sí, yo, la misma, con una pinta de una pueblerina perdida en medio de Times Square, con mi libreta nuevecita recién comprada en el aeropuerto, y boli en mano, con la cámara en el bolsillo, por si no dejaban sacar fotos, no vaya a ser que me pusieran de patitas en la calle nada más llegar, y el móvil colgado del cuello, porque algunos amigos escépticos, preocupados porque todo fuera “una trama en cubierto de un secuestro para trata de blancas” (no te enfades Paco,ejjejje) me pidieron encarecidamente que si me llamaban, por favor respondiera con la mayor celeridad, para su tranquilidad.

Debo reconocer que a base de tanta insistencia por tener precaución, llegaron a contagiarme y llegué a pensar que nadie da nada por nada, y que no era normal que tuviera entre las manos un pase para la Cibeles Madrid Fashion Week 2010, así porque sí, pero así fue….debe ser que ya he gastado el bono de buena suerte q tenía reservado para toda mi vida, y la verdad, mejor manera de gastarlo, de momento, imposible….También pensé q después de un año tan intenso, ya tocaba. Bueno, sea como fuere, yo estaba allí, en medio de aquello, y por fin podía ver en persona a todos esos profesionales en su mejor momento, en plena acción.

En un principio, no me separé de mis acompañantes, entre otras cosas, porque soy capaz de perderme en el aeropuerto de los Rodeos (y eso es verdad) y la idea era pasar desapercibida y no estar preguntando al “segurita” de turno nada más llegar; - Perdone, soy nueva aquí, ¿me podría decir dónde está el stand de L’Oreal? “Gracias" ...como que no procede, no. Pero en cuanto vi la ocasión oportuna, me desligué del grupito original, y me dirigí a la zona de prueba de vestuario y a la más importante, a la de maquillaje…Una cosa que me sorprendió gratamente fue el orden que tienen a la hora de designar a cada modelo sus prendas. Debe ser que lógicamente no estoy acostumbrada a ver cómo se organiza un evento tan grande y de tanta importancia mediática.

Me encanta, cada modelo tiene su sección con sus fotos con la ropa puesta, para evitar errores y a un montón de gente pendiente de cada una de ellas. Ahí pude ver a modelos como Laura Sánchez o Marina Pérez. Hablando de Laura, tengo que comentar algo curioso que pasó, y que a día de hoy no deja de sorprenderme. Resulta que ella estaba hablando con su Blackberry y de repente, alguien pasa por su lado, y sin querer, le da un golpe, y el móvil cae al suelo. El chiquito la mira pálido esperando la mayor de las reprimendas, y yo, teniendo la misma cara que cuando Robben se acercaba solitario con el balón a la portería de Casillas en la final del mundial, o sea, la de tierra trágame, expectante, pensaba, supongo que como él, y siguiendo con las metáforas del mundial, que le iba a caer la del pulpo, pero no la de Paul. Pero no, hubiese apostado mi caballo, y hubiese vuelto a casa a dedo, porque lejos de gritarle como una energúmena, recoge su móvil del suelo, y dándose cuenta de la angustia del muchacho le dice con su acento andaluz;- Chiquillo, ¡qué no pasa nada! Y prosigue su conversación tan natural. El hombre respira aliviado, y yo, lección q me traigo para casa, “los grandes no tienen q ser unos prepotentes maleducados”…me robó el corazón esa chica…Laura, I LOVE YOU!!!

Como contrapunto a este hecho, debo decir que al igual que quedé impresionada y maravillada con estas profesionales, igualmente decepcionada me sentí con las nuevas generaciones, que ya sea por su inexperiencia, educación, o simplemente porque sí, algunas resultaron algo “estrellitas” y un poco petardas en el trato. Y es que entre tanta niña altísima y delgadísima llegué a pensar lo fácil que resulta sentirse una starlet, ya que aquellas mujeres, muchas todavía por terminar de desarrollarse, habían sido tocadas por la varita mágica de la madre naturaleza dotándolas de una anatomía digna de poner en formol, para que los años no estropearan semejante homenaje a la perfección. Por un momento se me vinieron a la cabeza los gigantes de los que hablaba Don Quijote, y me empecé a sentir chiquitita, en medio de aquella reunión de colosos, y con mis bailarinas planas q no ayudaban a mi autoestima en nada…pero no, ya me había dicho en el avión de camino a Madrid q nada de sentirse menos que nadie, y que todos, los grandes y lo no tan grandes, ninguno nace aprendido.

Y en un pis pas salí de mi ensimismamiento para volver a lo mío, a ver, oír, aprender, y sobre todo, a disfrutar...De repente una voz ronca retumba en mis oídos;- ¡Práxedes! ven p’acá que te presento a un buen amigo. Y sí, el buen amigo de Paco resultó ser una de los maquilladores q viendo mi cara de fascinación como niña que anda por Disneyland en Navidades me dice :-¿Quieres coger los pinceles?......Qué?????? Nooooooooooooooooo!!!!!!!!. -Claro, of course, yes, I do!... eso sí, no me sentía tan observada desde que me examiné del oral en la oposición, pero sarna con gusto no pica. Y para no resultar una plasta, corto y cierro este relato diciendo que me vine encantada, gracias por todo, el trato fue genial, y que si algún día tengo un niño, le voy a poner Jon, por Jon Kortajarena…ahí queda eso;-)

Un beso a todos y gracias por leer.